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El borramiento o la anulación del goce

Tomás Verger*



El segundo paradigma es el paradigma de la significantización del goce. Este paradigma, que tiene su auge hacia finales de la década de los años 50, se define a partir del “borramiento del goce por el significante”[1]. Podemos decir que este paradigma pretende en extremo, el asesinato absoluto de la Cosa vía el significante. ¿Cómo leer esto? Vayamos a Lacan.

“La interpretación, para descifrar la diacronía de las repeticiones inconscientes, debe introducir en la sincronía de los significantes que allí se componen, algo que bruscamente haga posible su traducción, -precisamente lo que permite la función del Otro en la ocultación del código, ya que es a propósito de él como aparece su elemento faltante.”[2]

Esta cita del año 1958 permite pesquisar cómo vía la interpretación-traducción se descifraría el sentido reprimido e inconsciente que presenta el síntoma. En otros términos, podríamos decir que un S2 vendría a establecer una puntuación en la elaboración del sujeto en la sesión analítica. Esto daría lugar a un esclarecimiento del sentido reprimido con lo que se reabsorbería el goce implicado en el síntoma.

Podemos ubicarlo en Freud. En su análisis del caso del Hombre de las ratas, él situará una mésalliance entre el contenido de la representación y el afecto. Para Freud en este momento de su obra, el afecto no podía no estar enlazado a una representación, por lo que la representación torturante permanecía inconsciente mientras que, la representación de contenido nimio afloraba para el sujeto con un monto de afecto evidente que era experimentado como sentimiento de culpa. Esta conceptualización freudiana responde a la lógica de la cura planteada por Lacan hacia finales de la década del 50. El desciframiento de los significantes inconscientes iría en contra del mecanismo de represión y por lo tanto permitiría una liberación del sentido aprisionado. Esto traería aparejado el consecuente alivio sintomático. Cabe resaltar que el goce, para decirlo en términos lacanianos, o el monto de afecto, para expresarlo en términos freudianos, estaba ligado al significante. Tanto Freud como Lacan, en lo que a sus elaboraciones respecta, se toparán ambos con un monto de afecto que no se liga a ningún significante.

Referencias:

1. Miller, J.-A., en Los seis paradigmas del goce, en


El lenguaje aparato de goce, Colección Diva, Bs. As., 2000, p. 143

2. Lacan, J. en La dirección de la cura…, en Escritos II, Siglo XXI ed., 2008, p. 566


*Integrante del cartel "Los seis paradigmas"


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