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Una pregunta a... Virginia Thedy

¿Qué incidencia le parece que ha tenido en la clínica el paradigma III El goce imposible?




El tercer paradigma del goce, podemos situarlo a la altura del Seminario “La Ética del Psicoanálisis”. Es un corte en la enseñanza de Lacan. J. A Miller designa, este momento, como el comienzo del otro Lacan que aquel del significante, pues este seminario trata sobre lo real.

La preocupación de Lacan, como operar con lo que en la experiencia analítica se sitúa a partir del eso no habla, lo lleva a un viraje en el cual el goce es asignado a lo real, llamado por J.A.Miller goce imposible, cuyo rasgo es su carácter absoluto.

Ubicaré las consecuencias, de este corte, en la teoría que va construyendo Lacan:

-La profunda disyunción entre significante y goce.

-Retoma la noción freudiana de das Ding, la Cosa, para ubicar que la satisfacción pulsional es del orden de lo real, no se encuentra ni en lo imaginario, ni en lo simbólico, está fuera de lo simbolizado.

- La oposición entre placer y goce; sitúa al placer en el bien y, a das Ding, en lo malo; el placer, de lado del significante, lo imaginario y el goce, del lado de lo real.

-Este paradigma pone al goce del lado de la Cosa, equivalente al Otro barrado.

- Distingue la represión que opera con elemento significante sobre otro, noción que pertenece a lo simbólico y la defensa como relación inaugural del sujeto con lo real, marca una primera orientación del ser.

El síntoma es remitido a la defensa, discordante de la relación al goce, por lo tanto el síntoma es el modo en que el sujeto formula que el goce es malo, como barrera entre el significante y goce. Se ubica, entonces, la incompatibilidad del goce con el sujeto.

Articular real y goce, permite situar otra cara del síntoma, Lacan formula en el Seminario La ética, lo cito: “Allí tenemos la indicación de lo que, en el sujeto, marca para siempre su relación con das Ding como malo -acerca del cual no puede formular empero que sea malo salvo a través del síntoma” (1)

La incidencia que se puede establecer, en la clínica, al introducir en la teoría el goce real, es que el síntoma ya no es sólo simbólico, tiene una vertiente real. Se abre, entonces, otra concepción del síntoma en la que se ubica su núcleo de goce y de real. La orientación en la dirección de la cura, apuntará a no fijar sentido al síntoma, lo simbólico no domina lo real, ni conviene al goce.

Hay una indicación precisa de Lacan respecto a la ética del psicoanalista, advierte del extravío del “deseo de curar”; no se trata de contraponer a ese goce malo, querer el bien del sujeto, no caer en lo que llama “la trampa benéfica del querer el bien del sujeto” (2)

Bibliografía:

(1) J. Lacan. La ética del psicoanálisis. Seminario 7- pág. 92

(2) J. Lacan. La ética del psicoanálisis. Seminario 7- pág. 264

J.A.Miller: Los Seis Paradigmas del Goce. Pág, 150 a 154

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