*Ma. del Carmen Arias. EOL Sección Rosario. AP. EOL. AMP
¿Qué incidencia ha tenido en la clínica el Paradigma 4?
Este paradigma pone en juego un goce fragmentado con lo cual produce una antítesis respecto al paradigma 3, que valiéndose del Seminario 7, plantea la masividad del goce encarnado en la Cosa, imposible , al cual solo se accede por transgresión
El goce, al que también llama normal en este cuarto paradigma, está fragmentado en lo que Lacan llama objeto a. Es un goce localizado en dicho objeto que surge como recuperación de goce de una perdida que ya hubo.
En este movimiento surge como cuestión clínica importante la concepción de un cuerpo fragmentado por las pulsiones parciales, dando lugar a las zonas erógenas, autónomas, donde cada una busca su satisfacción que logran luego integrarse gracias al goce pulsional que se alcanza siguiendo el camino de la pulsión, su recorrido, su ida y vuelta.
Se hace presente de esta manera una alianza entre el significante y el goce que es el punto clave de este paradigma. Nos encontramos con un goce pulsional que en su recorrido de ida y vuelta pasa por el Otro.
En esta misma línea encontramos que esta nueva alianza entre el goce y el significante da lugar a las operaciones de causación del sujeto en el caso de la neurosis. Lacan las denomina operaciones de alienación separación. Estas operaciones en la clínica son pensadas como tiempos lógicos y no cronológicos.
Es evidente que en la alienación, operación de carácter simbólico, surge una relación con el Otro desde la falta en ser que propicia la identificación con un significante que viene del Otro. Surge así el sujeto barrado.
La separación viene a dar una valiosa respuesta de goce a partir de la recuperación de un goce perdido.
El objeto a desde el comienzo tiene un ser ambiguo, es jano, ya que por un lado reproduce la Cosa pero por otro está sujeto al Otro. Hace de mediador entre la Cosa y el Otro, los pone en relación. Podríamos agregar que tiene la propiedad de ser un elemento como el significante pero que además tiene una propiedad sustancial propia del goce.
Esta formalización me parece de una incidencia clínica fundamental .La ubicaría en un momento intermedio de la enseñanza de Lacan. Entre su etapa estructuralista, donde reina el significante, y la ultima enseñanza donde plantea que hay una disyunción entre el ser y el Uno.
Este momento de localización de este goce fragmentado, como toda localización de goce va contra la pulsión de muerte. En la clínica nos encontramos muchas veces con que pensar a un cuerpo pulsional y su pasaje por el Otro no es sencilla para algunos sujetos.
La salida de estas dos operaciones ponen en relación el $ y el a, arribando a la respuesta fantasmatica que le permite al sujeto una versión particular de orientarse en su deseo y su goce.
Tratando de responder a las incidencias clínicas que tiene este paradigma ,recordé a Eric[i] Laurent que precisa como cada uno los seis paradigmas del goce va definiendo un lugar del niño, del analista y la respuesta de este. Nos dice respecto al cuarto : "frente a la fragmentación del goce alrededor de las zonas erógenas, se trata de elaborar con el niño una versión de la lista de objetos a. Es por la puesta a punto de los trayectos pulsionales que se separa de su madre. Tratamos ahora a la madre con la pequeña moneda de objetos a, la madre como "Cosa" inaccesible se encuentra pluralizada"
Miller se refiere a esta característica del goce diciendo que el goce del objeto a es más manejable que la Cosa, "el objeto a es el dinero suelto de la Cosa".
Octubre 2020.
[i] Eric Laurent: "Los objetos de la pasión"
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