*Adherente de la EOL Sección Rosario
¿Qué incidencias le parece que ha tenido en la clínica el Paradigma 1 “La imaginarización del goce”?
En el primer Movimiento de la enseñanza de J. Lacan, respecto de la doctrina del goce es donde desarrolla la introducción de lo simbólico. Ocupa el primer lugar la función de la palabra, el sentido, con la historia del sujeto, sus acontecimientos y prevalece la comunicación intersubjetiva y dialéctica. En “Intervención de la transferencia” la relación sujeto a sujeto es disimétrica. El analista puntúa, interpreta y decide el sentido. Se introduce la instancia del Otro, lugar de la palabra, del lenguaje y determinaciones del sujeto.
Esta innovación se da en el eje simbólico: A _ __ _S. Y lo inscribe entre dos polos: vertiente de la palabra desde la intersubjetividad y la vertiente del lenguaje con la cadena significante que vuelve sobre el Otro con su lógica.
Aparece en Lacan, a veces, el inconsciente como lenguaje y otras veces como palabra y el inconsciente calificado como sujeto. En este tiempo el desciframiento incumbe a lo simbólico, y al significante -significado.
Toma el punto económico de S. Freud, y es en cuanto a la satisfacción que Freud resalta que algo se cifra y descifra en las formaciones del inconsciente. Lacan pone en evidencia esta satisfacción al admitir curiosas desviaciones lingüísticas que vienen del sujeto, risas y chistes respecto al orden semántico. El síntoma aparece como un sentido no liberado, reprimido de la conciencia del sujeto. La satisfacción surge al reaparecer el sentido desconocido y poder reconocerlo.
Esto nos habla de la validez del reconocimiento como el deseo mas profundo del sujeto; satisfacción simbólica.
Freud nos dice también que están las pulsiones, las fijaciones, las fantasías el superyó. Lo simbólico no es todo y existe una satisfacción que es imaginaria, para Lacan es el goce. En este paradigma I, la libido con status imaginario, el goce, no procede del lenguaje, de la palabra. Se relaciona con el yo, el narcicismo, el estadio del espejo. La satisfacción se alcanza en el eje imaginario a- a’. El goce imaginario no es dialéctico, pero es permanente, estancado, inerte. En este paradigma se muestra la disyunción significante y el goce.
Todo lo libidinal descripto en la teoría de Freud, se le imputa un goce imaginario como barrera. Lacan ubica en el diagrama al eje imaginario a través del eje simbólico. En este Paradigma lo imaginario queda por fuera de la captura de lo simbólico, pero al mismo tiempo está dominado por lo simbólico. Esta es la tensión que existe.
Este paradigma nos sirve para mostrar en la clínica lo que se muestra en la obra de S. Freud y que Miller despliega y señala sobre la autonomía del goce del cuerpo. Nos dice allí: “Esta consigna de la pureza de lo simbólico dice una cosa; su no relación con lo imaginario, en Freud se llamó, libido.” (J.A. Miller. -Los seis paradigmas del goce.)
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